El hijo del presidente
Leonardo Sanhueza (Temuco, 1974) narra con delicada pluma la singular amistad que surgió entre Pedro Balmaceda Toro, hijo del presidente José Manuel Balmaceda, y el poeta nicaragüense Rubén Darío (1867-1916) hacia finales de 1886. Pedro Balmaceda fue todo un personaje en su época: escritor y periodista, gran conocedor de los libros clásicos, las obras de arte y la cultura francesa –sin haber estado jamás en Francia–, tuvo una vida cruzada por la fama política de su padre, su profunda curiosidad intelectual y un cuerpo afectado de una grave deformación física que, sumada a una contextura enfermiza, lo llevó a fallecer con solo 21 años. Su amistad con Rubén Darío crece en las tertulias literarias que realizaba en su casa y también en La Moneda y que, al calor del brasero y los cigarros imperiales, fueron sentando las bases del modernismo literario. El hijo del presidente, es la crónica de una amistad entre dos latinoamericanos enamorados de Francia y que Sanhueza recrea con documentada imaginación, describiendo de paso, un tiempo fundacional en la historia de la literatura chilena y en los orígenes de las vanguardias literarias latinoamericanas.